por carlota elena guerrero
La baja presión sanguínea,
aunque no es tan problemática como la hipertensión, suele estar vinculada a
condiciones crónicas de salud y a menudo se la padece con síntomas de
debilidad, anemia y desnutrición.
Lo primero que deberemos
tener en cuenta es la alimentación. Ésta debe ser nutritiva, aportando proteínas,
vitaminas y minerales en cantidad suficiente. Preferentemente estos nutrientes
serán tomados a partir de los alimentos, evitando en lo posible los compuestos
farmacéuticos.
El polen
de flores incrementa tan vigorosamente la tensión, que las personas que la
tengan alta deben evitar ingerirlo. Tomar como mínimo 1 cucharadita de polen
tres veces al día.
La miel es otro aliado del
hipotenso; tomar varios vasos de “hidromiel” (agua con miel) varias veces al día.
Melaza de caña: otro excelente producto hipertensor. Tomar 2
cucharadas al día.
Otro remedio natural para
hacer subir la tensión es el zumo de zanahorias crudo. Pero sólo el zumo actúa
con este fin y debe ser evitada por los hipertensos. La ensalada de zanahoria
rallada, en cambio, es apta para ambos y carece de efecto hipertensor. Lo mismo
sucede con el zumo de remolacha que es muy aconsejable para subir la tensión.
La cafeína, aunque en
general es desaconsejada en el Naturismo, en caso de necesidad puede levantar
la tensión de forma inmediata. Para ello bastará tomar un café bien cargado.
En general, aquellas
especias que estimulan la circulación tales como cúrcuma, jengibre,
pimienta negra, ajo, cardamomo, son adecuadas para elevar la tensión.
Otras prácticas terapéuticas
Respirar aire puro para
oxigenar la sangre. Dormir con la ventana entreabierta.
Cada día al levantarnos de la cama inhalaremos profundamente frente a la ventana abierta a la vez que elevamos los brazos. Exhalamos al bajar los brazos. Repetir un mínimo de 10 veces.
Reposar siempre que lo
necesitemos. Evitar cualquier práctica que agote nuestra energía vital, tales como los ejercicios tipo aerobic.
Conservar la energía sexual. La medicina china tiene estipulada cierta frecuencia en la práctica sexual que no debería superarse. (Ir al artículo: "Frecuencia ideal en la actividad sexual según la MTC").
Ortigas. Una práctica terapéutica que
estimula la circulación y por ende la presión sanguínea consiste en ortigar la
piel de todo el cuerpo con ortigas naturales. Como conseguir ortigas es muchas
veces complicado podemos reemplazar esta técnica con un buen cepillado de la
piel en seco o usando una esponja-lufa para el baño. Si viven en una zona donde
crecen las ortigas no dejen de probar este tratamiento tan efectivo e
irremplazable para activar la circulación.
El baño muy caliente, si
bien aumenta la circulación de la sangre es posible que nos deje una sensación
de debilidad, la cual revertiremos con una ducha fría muy corta después del
baño, o pasando una toalla mojada en agua fría y escurrida después de bañarnos.
Baños vitales que consisten en dejar correr agua fría sobre los genitales desde el bajo abdomen hacia abajo. Se puede realizar en el bidet o con el "teléfono" de la ducha. Mientras hacemos esto es conveniente friccionar con toalla o esponja mojada el bajo abdomen con movimientos descendentes. No se debe mojar ninguna otra parte del cuerpo. Colocar los pies en alto para evitar mojarlos.
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