22 de octubre de 2016

Tratamiento natural de las anginas, amigdalitis e inflamación de garganta


 por carlota elena guerrero
Es frecuente que las anginas aparezcan al empezar un proceso de purificación del organismo. Esto se debe a que las toxinas comienzan a salir y encuentran de este modo una forma de expresión.

Las anginas no se deben tomar a la ligera ya que pueden traer consecuencias serias para la salud como: otitis, reumatismo, artritis y lesiones cardíacas.

Lo primero que debemos hacer es desinfectar internamente la garganta. Para ello utilizaremos ácido láctico, el mejor de los desinfectantes naturales, que usaremos para hacer gárgaras o pincelar internamente la garganta. Venden productos ya listos como el "Molkosán" de Vogel, pero podemos fabricarlo en casa preparando yogur natural a partir de un vasito de yogur comprado que contenga lactobacillus. Una vez hecho nuestro yogur casero lo filtraremos con una tela obteniendo un suero líquido rico en ácido láctico.

Los mejores antibióticos naturales son el propóleo y la echinácea.
Tomar 40 gotas de cada uno disuelto en un poquito de agua tibia 3 veces al día. Antes de tragar es aconsejable hacer gárgaras con cada sorbo. También podemos hacer gárgaras o pincelar la garganta con propóleo puro.
Por las noches, antes de acostarnos, beberemos té de jengibre-fresco (no seco) caliente con miel.

Como remedio externo utilizaremos cataplasmas de hojas de col o repollo. Para ello cortamos muy finamente o rallamos un trozo de col. Lo envolvemos en una tela y lo machacamos con el palo de amasar hasta que empiece a perder jugo. Colocar este emplasto de modo que cubra toda la garganta. Envolver con una bufanda. Mantener por lo menos durante 1 hora y realizarlo los días que sean necesarios.
También se puede utilizar rábano picante, otro gran antibiótico natural, para realizar la cataplasma.

Los baños de vapor contribuyen a una rápida expulsión de las toxinas. Para ello herviremos agua en la que habremos disuelto unas gotas de aceite de eucalipto o yemas de pino. Cubrimos la cabeza con una toalla exponiendo la cara y garganta a los vapores de la olla. Respirar profundamente estos vapores durante 5 a 10 minutos. Secar y abrigar la garganta.

Si se tratara solamente de una inflamación de la garganta, al terminar el baño de vapor frotaremos muy rápidamente la garganta con una toalla mojada y exprimida en agua fría. Secamos y abrigamos muy de prisa la garganta con bufanda de modo que no se exponga al frío después de estos baños.
El agua fría (toalla mojada) después del vapor caliente provocará una reacción de calor que favorece la expulsión de las toxinas.

Es importante que las vías de eliminación: intestinos y riñones estén funcionando correctamente. Si es necesario nos ayudaremos con un laxante suave como la Cáscara Sagrada y alguna planta que estimule la micción como el té verde.
Beber abundante agua tibia.

La alimentación deberá ser lo más desintoxicante posible, con abundantes frutas y verduras de la estación, pobre en proteínas y rica en vitaminas. Son aconsejables 2 días de crudivorismo al iniciar el tratamiento. Evitar la comida chatarra.
 
Las personas con deficiencia de calcio son propensas a esta enfermedad. Como cura preventiva remojaremos durante la noche un huevo crudo con su cáscara en jugo de limón. Al día siguiente tomaremos el jugo resultante en el que se habrá disuelto el calcio del huevo, dando lugar a un lactato cálcico natural fácilmente asimilable por el organismo.

Curación con hidroterapia propiciada por el abad Kneipp en un caso complicado de anginas: (tomada del libro "Mi cura de agua")
 "Un padre de familia se me presenta diciendo que su hija de cuatro años "tiene anginas de la misma calidad que sus otros tres hijos que se le habían muerto de ese mal... lo mismo que los anteriores la niña ya casi no puede respirar ni toser. Tiene hinchado el cuerpo, incluso la cabeza. ¿Qué he de hacer? Para ir en busca del médico necesito cuatro horas y no dura tanto mi niña." 
Mi respuesta fue: "Buen hombre, vuelva inmediatamente a casa, caliente un poco de agua mezclada con vinagre, empape en la mezcla un paño, retuérzale y envuelva muy bien con él todo el cuello de la enferma. Cúbrale perfectamente con un paño seco y que le tenga así por un espacio de 3/4 de hora. Transcurridos éstos, moje de nuevo el paño en la mezcla caliente y continúe asi durante 6 horas, renovando la mojadura cada 3/4 de hora. 
Transcurridas las 6 horas quite los paños cubriendo ligeramente el cuello. Acto continuo utilice el mismo paño para preparar a la enferma una "envoltura corta"; cúbrala perfectamente con otro paño seco y luego arrópela bien, pero no con exceso. En tal estado permanecerá la enferma 1 hora y terminada ésta, quítele la envoltura y el paño que la cubre, dejándole únicamente la ropa de cama ordinaria.
Si al cabo de 6 o 7 horas se presenta de nuevo o continúa la dificultad de la respiración o la tos, renueve el paño de alrededor del cuello."
El afligido padre observó escrupulosamente mi prescripción y a las 30 horas tuvo la satisfacción inmensa de ver sana y salva a la hija que tenía por muerta."

NOTA: La "envoltura corta" se realiza mojando el paño en agua (en este caso caliente y con vinagre), se exprime y se envuelve al enfermo desde las axilas hasta los muslos, dando 4 a 6 vueltas el paño alrededor del cuerpo. A continuación se envuelve otro paño de lana seco sobre el anterior. Se acuesta al paciente cubriéndolo bien con edredón o las mantas que sean necesarias para dar calor al cuerpo. 
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