19 de agosto de 2015

Apendicitis: tratamiento alternativo de emergencia

por carlota elena guerrero
 Qué hacer ante una apendicitis aguda si nos encontramos en un lugar con difícil acceso al médico o en un país donde no nos dé confianza someternos a una operación quirúrgica

Lo primero será averiguar si de verdad se trata de una apendicitis. Por la ubicación del apéndice en el cuerpo, en la zona dercha del bajo abdomen, en el caso de las mujeres se puede confundir con un dolor de ovarios. Para averiguarlo apretaremos con fuerza la zona de dolor y dejaremos de presionar súbitamente. Si se siente un dolor sordo sólo en ese punto lo más probable es que se trate de una inflamación de ovarios. Si fuera apendicitis se notará que el dolor se extiende hacia la derecha.

Tratamiento alternativo
Se debe someter al paciente a un reposo absoluto.
Ayuno estricto el primer día bebiendo solamente agua tibia a sorbos pequeños si hubiera sed.
A partir del segundo día se continuará con un ayuno estricto durante el cual sólo se tomarán zumos a temperatura natural, siendo los más indicados el de zanahorias, el de remolachas, el de arándanos y el de uva. Se diluirán en agua a razón de 2/3 partes de zumo por 1/3 parte de agua. Debe beberse a sorbos muy pequeños, masticando cada sorbo y solamente si se siente sed o ganas de beber.
Si tuvimos la precaución de llevar con nosotros un botecito con gotas de echinácea (un excelente antibiótico natural) agregaremos 20 a 30 gotas por vaso de zumo diluído en agua, 3 a 4 veces por día. 
Si conseguir zumo de fruta no fuera posible pero conseguimos ciruelas secas tomaremos el agua del remojo; esto ayudará a mantener los intestinos funcionando. 
Este será el único alimento ingerido durante 2 ó 3 días para asegurarnos que desaparezca la inflamación.

Cuando remita la inflamación empezaremos a ingerir caldo depurativo obtenido de hervir cebolla, apio y hojas de lechuga o col. Hervir 1/2 hora y tomar sólo el caldo. Poco a poco, en los días siguientes iremos añadiendo verduras hervidas a la dieta. Deberemos cuidar la alimentación hasta estar seguros de estar fuera de peligro evitando las carnes, los lácteos y la comida "chatarra".

Para calmar el dolor y procurar desinflamar aplicaremos compresa de leche fría. Para ello sumergiremos una tela o pequeña toalla en leche fría, la exprimiremos y la colocaremos sobre la zona de dolor, cubriendo una superficie de por lo menos 20x20 cm. Si no dispusiéramos de leche fría utilizaremos agua fría. 
También son adecuadas las cataplasmas de arcilla, barro o tierra común en su defecto.

Es muy importante procurar desde el principio la evacuación intestinal con algún laxante natural suave como el agua de semillas de lino remojadas o cáscara sagrada (infusión de 1cucharadita por taza de agua). Evitar los laxantes drásticos que podrían irritar el intestino, especialmente los químicos.
Es probable que el laxante no tenga el efecto inmediato que necesitamos en cuyo caso sería conveniente aplicar una enema de manzanilla o malva tibia de apenas 1/4 de litro (1 taza).

Si el caso fuera muy severo evitar tanto los laxantes como el enema. Recurrir al descanso absoluto, ingesta de agua tibia a pequeños sorbos y las cataplasmas derivativas ya mencionadas.

Si la operación quirúrgica fuera practicable no se debe dejar de visitar al médico lo más pronto posible. Este es uno de los casos en que la Naturopatía debe ceder lugar a la Medicina Convencional.

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